Valencia, Spain
October 2017
ASEBIO organiza una jornada en Valencia para promover la cooperación mediante la difusión de las capacidades y potencial de la biotecnología entre todos los agentes tecnológicos implicados en el sector agroalimentario, promoviendo el intercambio de ideas y motivando la colaboración.
La Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) y la Plataforma de Mercados Biotecnológicos, con la colaboración de Bioval, Biovegen, Food for life Spain e IATA, han organizado hoy en Valencia la jornada “Oportunidades de innovación en el campo agroalimentario de la mano de la biotecnología”, en la que se ha hecho un análisis sobre los alimen-tos funcionales, su regulación, beneficios y oportunidades y los avances en las técnicas de edición del genoma y la regulación aplicable, enfocado en el debate generado a nivel europeo e internacional sobre cómo se deberían evaluar y regular los productos derivados de estos diferentes métodos.
Además, se han organizado reuniones de partnering (desarrollo de negocio) entre entidades de biotecnología y empresas de alimentación para la posible puesta en marcha de oportunidades de innovación.
La Comunidad Valenciana es la sexta comunidad autónoma por número de empresas usuarias de la biotecnología (232), con el 7,8% del total, y la cuarta por empresas estrictamente biotech (65), con el 9,9% del total. En cuanto a inversión en I+D en biotecnología, dedicó 49 millones de euros, el 5,3% del total nacional, con 806 trabajadores.
Entre algunos de los avances generados en el sector agroalimentario, la biotecnología ha permitido desarrollar nuevas variedades vegetales, razas ani-males y cepas microbianas mejoradas en sus propiedades productivas, orga-nolépticas, físico-químicas o nutricionales.
Desde el prisma agrícola, ha hecho posible desarrollar cultivos resistentes a plagas y enfermedades o tolerantes a herbicidas, o cultivos más tolerantes a estrés ambiental. Además, la biotecnología ha permitido desarrollar productos de uso agrícola como fertilizantes, fortificantes, bioestimulantes vegetales o biofitosanitarios que mejorarán los rendimientos de los cultivos y su calidad. Desde el ámbito de la ganadería ha permitido un mejor y más controlado desarrollo de ésta, al generar nuevas vacunas, fármacos veterinarios o herramientas moleculares para diagnóstico de enfermedades.
También permite generar nuevos alimentos e ingredientes alimentarios con propiedades más saludables o atractivas para el consumidor. Avanzando en la cadena de producción, la biotecnología también permite mejorar significa-tivamente las actividades de la industria de transformación, ayudando a desa-rrollar nuevos fermentos, enzimas o ingredientes alimentarios que convierten los procesos en más eficaces y con un menor impacto ambiental.
Además, cabría destacar el impacto positivo sobre los dos últimos eslabones de la cadena, la distribución y el consumidor, ya que ha desarrollado potentes herramientas de diagnóstico que permiten detectar patógenos o contaminantes a niveles ínfimos, ayudando a salvaguardar la seguridad y la salud de los ciu-dadanos. Y no sólo eso, entre alguno de los avances más relevantes, la biotec-nología también ha ayudado a desarrollar nuevos alimentos que ayudan a pre-venir el desarrollo de enfermedades, o procesos que permiten reciclar y valorizar los subproductos de las empresas agroalimentarias, generando productos de enorme interés económico y social, como los plásticos biodegradables, mi-nimizando así el impacto ambiental no sólo de la propia industria agroalimentaria, sino el de otras relacionadas como la de envases y embalajes.
Es decir, la biotecnología constituye una herramienta fundamental para la me-jora en la eficiencia del uso de los recursos disponibles al servicio de las nece-sidades de nuestra sociedad.
Además cabría señalar que para atender a la necesidad de la innovación y los retos sociales actuales y futuros, será imprescindible el uso e implementación de todas las herramientas y sistemas disponibles que el conocimiento científico y técnico actual nos proporciona, para que puedan ser adoptados por los dife-rentes modelos de producción agrícola (agricultura convencional, ecológica, biotecnológica, etc.), incluyendo a los avances obtenidos con o sin ingeniería genética, dando lugar, respectivamente, a organismos modificados genética-mente o no modificados genéticamente.
Pipeline de biotecnología alimentaria
Durante 2017, 31 entidades biotecnológicas (centros tecnológicos, empresas, fundaciones y parques científicos y tecnológicos) españolas pertenecientes a ASEBIO desarrollaron cerca de 213 productos con aplicación en el área alimen-taria, el 5% más que en 2016, entre los que se encuentran nuevos ingredien-tes y aditivos, probióticos, sistemas para la mejora de la seguridad alimenta-ria, bioproductos (como biofertilizantes o bioestimulantes), bioprocesos, así como medicamentos veterinarios y piensos.
Para el caso de ingredientes, aditivos y probióticos, se han contabilizado 75 productos. En cuanto a los productos para la seguridad alimentaria y para la detección de sustancias, se han contabilizado un total de 64, y también se han recogido 35 bioproductos, bioprocesos y otras tecnologías con aplicación en el área alimentaria.
En cuanto a los medicamentos veterinarios, se han contabilizado 39 desarrolla-dos por 12 compañías. Si analizamos la distribución de estos medicamentos veterinarios en función del área terapéutica, vemos que el 51% van dirigidos a tratar enfermedades infecciosas, el 23% a enfermedades parasitarias y el 15% tanto para tratar enfermedades del sistema digestivo o para el trata-miento de desórdenes musculoesqueléticos. Por último, también comentar que se han registrado 15 productos en el ámbito de los piensos.
“Todos estos productos contribuyen de manera significativa no sólo a mejorar la competitividad de nuestro sector agroalimentario, sino a incrementar la se-guridad y mejorar la salud de los consumidores. La investigación es por tanto fundamental e imprescindible en el desarrollo de estos productos”, explica el delegado de la Comisión de Agroalimentación de ASEBIO, Daniel Ramón.
“Creemos necesario buscar fórmulas imaginativas que permitan una mayor interacción público-privada en investigación y desarrollo agroalimentario, a par-tir de ejemplos de éxito como el “Food Valley” en Holanda, o el trabajo en No-ruega con productos de la pesca. Sin duda, una receta que implique menos burocracia y más contacto directo, sin intermediarios, entre el investigador y el desarrollador del producto final será la clave del éxito”, subraya Ramón.
Documento de posición de biotecnología agroalimentaria
La Comisión de Agroalimentación de ASEBIO ha elaborado un documento de posición sobre la importancia de la industria agroalimentaria y de la biotecnología para la misma. En él, se pide, entre otras cosas:
-Seguridad jurídica en el desarrollo y promoción de la INNOVACIÓN agroali-mentaria (en sus distintas vertientes), evitando medidas desincentivadoras debido a una regulación excesivamente restrictiva, sin justificación científica, que nos retrasan frente a competidores globales:
• Reclamando procedimientos claros de aprobación y lanzamiento de nuevos ingredientes, cultivos, fitosanitarios, alegaciones nutricionales de alimentos o ingredientes, mediante normas predecibles y transparentes basadas en criterios científicos.
• Promoviendo el uso de las innovaciones en fitomejoramiento (ej.: téc-nicas de edición del genoma) que suponen una oportunidad para el desarrollo de nuevos productos y tecnologías con propiedades y carac-terísticas de valor añadido para el sector, apoyándose y manteniendo las validaciones y tests que confirmen y demuestren su seguridad.
-Desarrollo de proyectos tractores, donde las administraciones y empresas del sector guíen las investigaciones de los centros de investigación hacia líneas con alto potencial industrial y de llegada al mercado, compartiendo y limitando los riesgos técnicos.
-Desarrollo de incentivos de mercado que incluyan una mejor percepción de los consumidores y grupos sociales específicos, permitiendo la generación de nichos de mercado de acuerdo a los beneficios y valores que aportan estos nuevos productos; ayudando a garantizar el desarrollo del mercado y creando una previsibilidad a largo plazo para los inversores:
• Incentivos fiscales. Es necesario contar con condiciones e incentivos de mercado más favorables a la innovación para reducir el tiempo de co-mercialización de nuevos bienes y servicios y para que los sectores emergentes crezcan más rápidamente.
• Introducir incentivos financieros directos para los productos de base biológica o reducciones de impuestos a las industrias productoras de es-te tipo de productos.
• El establecimiento de objetivos, mandatos y/o prohibiciones que puedan apoyar con éxito la introducción de alternativas sostenibles e innovado-ras en los mercados, evitando aquellas medidas que distorsionen exce-sivamente el mercado.
-Desarrollo de programas de Compra Pública de este tipo de productos que permitan sentar las bases para el desarrollo de estos mercados.
La contratación pública permite dar forma a las tendencias de la producción y el consumo, llevando a que una demanda significativa por parte de las autori-dades públicas hacia determinado tipo de productos, creando y/o amplliando los mercados. Al hacerlo, también proporcionará incentivos para que las em-presas desarrollen tecnologías en este sentido.
Link al pipeline: http://www.asebio.com/es/documents/SPANISHGREENBIOTECHPIPELINE2017.pdf
Link al documento de posicionamiento: http://www.asebio.com/es/comision_agroalimentacion.cfm
Página web del Pipeline: http://pipelines.asebio.com/green/